viernes, 4 de noviembre de 2011

PERIODO
El período que dura es de 34 años en el cual el ejercicio del poder en México estuvo bajo control de Porfirio Díaz. El periodo dura de 1876 a mayo de 1911, cuando Díaz renunció a la presidencia por la Revolución. Durante el gobierno de Porfirio Díaz se dio un giro en la política nacional.



ETAPAS
En 1876, cuando se levantó en armas contra la reelección de Lerdo, proclamando el Plan de Tuxtepec. Tras su triunfo, Díaz se convirtió en presidente provisional y sacó del país a Lerdo, Mariano Escobedo y José María Iglesias. En 1880 fue sucedido por Manuel González. Cuando regresó al poder en 1884, comenzó la era conocida como PORFIRIATO, que se prolongó hasta 1911.



El Porfiriato: la dictadura:
Así se le llamó al largo régimen de Porfirio Díaz; durante éste, el país gozó de un crecimiento económico en el cual se desarrolló la urbanización y la industrialización además de las clases sociales modernas, la clase media y el proletariado.
Su mandato inició con el triunfo de la rebelión de Tuxtepec, que había estallado en el año de 1876 contra la reelección del presidente Sebastián Lerdo de Tejada. Y su gobierno tuvo tres etapas.

La primera etapa de este régimen fue el período de ascenso y consolidación en el poder
Duró hasta finales de la década de 1880; en ésta Díaz conformó su propio equipo de colaboradores y cambió el proyecto nacional de desarrollo dirigiéndolo hacia el orden y el progreso, luego de que los objetivos de los gobiernos anteriores, el de Benito Juárez y el de Lerdo de Tejada, habían sido la libertad y la ley.
Se apoyó en militares de su confianza para la pacificación del país y llevó a cabo prácticas conciliatorias, incluyendo en su gobierno a políticos de diversos equipos además de demostrarle tolerancia a la Iglesia; aunque, luego reprimió a sus enemigos e impuso a gente inexperta en los mandos.
En esta primera etapa iba logrando estabilidad lo cual lo llevaba a las reelecciones y al reconocimiento del gobierno de Estados Unidos y de los principales países europeos de aquel entonces, Francia e Inglaterra.


La segunda etapa del Porfiriato se distinguió por un notable crecimiento económico
Llegó hasta los inicios del siglo XX; durante ésta se modernizó la minería y los comercios, la agricultura comenzó la exportación, se instalaron instituciones bancarias, fluyeron las inversiones de otros países y se iniciaron muchas obras de infraestructura; pero lo más importante fue el gran tendido de vías ferroviarias y también de líneas telefónicas y telegráficas, que además de modificar la geografía, integraron al país y fortalecieron el gobierno.
Entonces, México se relacionó con más naciones del mundo ganándose un buen lugar.


La tercera etapa fue el período del auge económico del gobierno
Se basó en la despolitización de los habitantes del país; en ésta Díaz no tenía opositores, no había contiendas electorales ni críticas en los periódicos. La política se volvió excluyente, sólo participaban Díaz y los miembros de su gabinete, quienes también habían sido reelectos por lo que no ingresaban nuevas generaciones.
Esta actitud provocó un descontento en la sociedad y como también el crecimiento económico no podía ser para siempre, entonces, el Porfiriato entró en crisis.


PRESIDENCIA
En 1867 fue candidato a la presidencia por el Partido Progresista, Porfirio Díaz fue derrotado por Benito Juárez. Dirigió una desafortunada revolución contra Lerdo de Tejada, sucesor de Juárez 1871, pero logró derrocarlo después de su reelección 1876.

Siendo presidente provisional, Porfirio Díaz fue reelegido 1877 para el período que finalizaba en 1880. Aceptó la Constitución de 1857, que impedía su reelección.
Elegido de nuevo presidente en 1884, consiguió por medio de enmiendas constitucionales mantenerse en el poder hasta 1910.

Durante su gobierno realizó múltiples mejoras en México,  Suprimió el bandidaje, reorganizó la hacienda pública, fomentó la industria nacional, la construcción de carreteras, ferrocarriles y líneas telegráficas y la agricultura.

México gozó de una era de prosperidad, pero pocos disfrutaron de ella. Porfirio Díaz fue un dictador, pero el malestar aumentaba entre su pueblo. Los privilegios que otorgaba el gobierno a los extranjeros despertaron el resentimiento; las leyes sobre explotación de minas se modificaron en beneficio de propietarios particulares; se descuidó la enseñanza rural y los indios perdieron la mayor parte de sus tierras hasta el punto de que, en 1910, el 96,9% de las familias campesinas no eran propietarias.

En 1910 La oposición aumentó en el pueblo hasta que la reelección de Porfirio Díaz, inició la revolución dirigida por Francisco Madero, candidato presidencial derrotado. Porfirio Díaz renunció el 25 de mayo de 1911 y huyó a Europa, donde pasó el resto de su vida.




ULTIMA PRESIDENCIA
En su sexto periodo de gobierno Porfirio Díaz manifestó su apoyo al Secretario de Hacienda José Ives Limantour para sucederlo en la presidencia, al mismo tiempo que alentaba las aspiraciones de Secretario de Guerra Bernardo Reyes con la misma finalidad. Sin embargo, la rivalidad entre ambos candidatos fue tan escandalosa y el desprestigio que se causaron fue tan grave, que sus ambiciones políticas se deterioraron muchísimo.
Ante la falta de un digno sucesor del dictador, los diferentes grupos políticos se unieron con el fin de preparar una nueva reelección y propusieron la creación de la Vice-Presidencia y la ampliación del periodo de gobierno a seis años, en las elecciones de 1904 triunfo la formula Porfirio Díaz, Ramón Corral para dirigir al país.
Tras varios años de persecuciones, encarcelamientos y clausuras, los colaboradores del diario Regeneración constituyeron en 1905 el partido Liberal Mexicano presidido por Ricardo Flores Magón, cuyo objetivo central era combatir la dictadura de Díaz. En junio de 1906, al mes siguiente el partido, dio a conocer su programa en el cual, demandaba para los trabajadores:

Jornada laboral de 8 horas, salario mínimo de un peso pagado en moneda de curso legal, higiene en fábricas y talleres, descanso dominical indemnización por accidentes y pensión por retiro, prohibición del trabajo infantil, etc.

El hecho de que en febrero de 1908 Porfirio Díaz haya declarado a un periodista estadounidense que ya no deseaba continuar en el poder, motivó a Francisco I. Madero a publicar su libro "La sucesión presidencial de 1910” en el que invitaba al pueblo a formar partidos independientes.
Surgieron así varios partidos políticos de corta duración, y el 1909 se formó el partido antirreleccionista que contaba entre sus miembros a Francisco I. Madero, Emilio Vázquez Gómez, Toribio Esquibel Obregón, José Vasconselos, Roque Estrada, Luis Cabrera y otros.

En plena campaña electoral, Madero fue detenido en Monterrey el 7 de junio y trasladado a San Luis Potosí donde permaneció en prisión mientras se celebraban las elecciones en las que la formula Díaz-Corral Triunfo de Nuevo.

Madero se fugó hasta San Antonio Texas, donde redacto el plan de San Luis el 5 de octubre 1910 en el que declaraba nula la reelección de Díaz, asumía provisionalmente la presidencia, llamaba al pueblo a levantarse en armas a partir del 20 de noviembre de 1910, prometía a los campesinos la restitución de sus tierras o la indemnización y proclamaba los principios de sufragio efectivo y no reelección.

El plan de San Luis se difundió rápidamente y por todo el país, aparecieron grupos armados que apoyaron el movimiento de Madero.
Iniciándose así la primera etapa de la Revolución Mexicana y, tan solo 6 meses de lucha, lograron que se firmaran los convenios de Cuidad Juárez el 21 de mayo 1911.
El 25 de mayo de 1911, Renuncia Porfirio Díaz a la presidencia de la república.



PRENSA OPOSITORA
La prensa del porfirismo fue parte importante del acontecer político de la época, si bien hubo periódicos y periodistas oficiales que tras el embute y el financiamiento a sus diarios El Imparcial  y El Diario dieron a conocer la singular construcción de don Porfirio Diaz; también existió la prensa opositora que enfrentó a científicos y positivistas, y a Limantour y los reyistas, un grupo de periodistas opositores que, al enfrentarlo, experimentan la dura mano de Díaz, como Heriberto Frías y Carlos Roumagnac. La llegada del nuevo siglo, y la posterior demanda de apertura democrática, forzó a la administración de Díaz a endurecer su postura obligando a callar a varios profesionales de la pluma, tras negarse a cantarlas a la gran obra del general.


ENTREVISTA DIAZ CREELMAN
El periodista norteamericano James Creelman entrevistó a Porfirio Díaz el 3 de marzo de 1908. Porfirio Díaz comento las razones de su permanencia en la presidencia, los avances de su gobierno y el deseo de abandonar el poder en las siguientes elecciones, cosa que no hizo.
Es una equivocación suponer que el futuro de la democracia en México haya peligrado por la permanencia en funciones, de un presidente durante un largo periodo de tiempo -dijo con calma. Puedo decir con toda sinceridad que el ejercicio del poder no ha corrompido mis ideales políticos y creo que la democracia es el único principio de gobierno justo y verdadero, aunque en la práctica sólo sea posible para los pueblos suficientemente desarrollados.

RAZONES DE SU PERMANENCIA EN LA PRESIDENCIA
Puedo abandonar la presidencia de México sin el menor temor -agregó-; pero no dejaré de servir a mi país mientras viva.
Aquí, en México, hemos tenido condiciones muy diferentes. Yo recibí el gobierno de las manos de un ejército victorioso en tiempo en que el pueblo estaba dividido y poco preparado para el ejercicio de los extremos principios del gobierno democrático. Haber arrojado sobre las mesas desde luego toda la responsabilidad del gobierno, habría producido condiciones que hubieran quizás desacreditado la causa de las instituciones libres.


LOS AVANCES DE SU GOBIERNO
Hemos conservado la forma republicana y democrática de gobierno. Hemos preservado la teoría conservándola intacta. Sin embargo, hemos adoptado una política patriarcal en la actual administración de los negocios de la Nación, guiando y restringiendo las tendencias populares, con una fe completa en que una paz forzada permitiría la educación y a la industria y al comercio desarrollar elementos de estabilidad y unidad en el pueblo que es por naturaleza inteligente y sensible.
Comúnmente se asegura que las verdaderas instituciones democráticas son imposibles en un país que no tiene clase media.
Es verdad repuso. México tiene ahora una clase media; pero no la tenía antes. La clase media es el elemento activo de la sociedad aquí y en todas partes.
Los ricos se preocupan demasiado en sus riquezas y sus dignidades para poder ser útiles al avance del bienestar general. Sus hijos no se esfuerzan mucho en mejorar su educación o su carácter.
En otros tiempos no teníamos clase media en México porque la inteligencia y energías del pueblo estaban completamente absorbidas en la política y en la guerra. El futuro de México está asegurado. Los principios democráticos temo que no se hayan enraizado aún en nuestro pueblo; pero la Nación se ha desarrollado y llama a la libertad.
-¿Y pensáis que la vasta población indígena de México es capaz de un alto grado de desarrollo?
-Así lo creo. Los indígenas son dóciles y agradecidos todos ellos, con excepción de los yanquis y una parte de los mayas. Conservan tradiciones propias de su antigua civilización y esa razón nos ha dado abogados, ingenieros, médicos, oficiales del ejército y otros profesionales.
Convencerme más y más de que la democracia es el único principio de gobierno, justo y verdadero; aunque en la práctica es sólo posible para los pueblos ya desarrollados.
-¿Y qué consideráis de más fuerza para la paz, el ejército o la escuela?
-La faz del soldado se ruborizó ligeramente.
-¿Habláis del tiempo actual?
-Si.




La Sucesión presidencial
Es un libro escrito por Francisco I. Madero en el año de 1908 y publicado en el mismo, texto que crítica al presidente Porfirio Díaz después de un largo periodo presidencial de 34 años llamado Porfirito demandando elecciones justas y transparentes, a su vez convertir a México en un estado democrático moderno con elecciones libres.





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